Nos encanta catar quesos y elegir los más interesantes para tenerlos en La tienda
¿Sabías que en la Tragonería somos amantes del queso?
Como muchos de vosotros y vosotras ya sabéis, dedicamos bastante tiempo a realizar catas. Nos encanta, es en uno de los eventos que más disfrutamos. Ya sean privadas para alguna empresa que la requiera, o en nuestro propio local, realizamos catas de cervezas artesanas, vinos, picoteos…
Pero hoy venimos a contaros más al detalle como podemos realizar una catas de quesos con los 5 sentidos. Si si, habéis leído bien, con los 5 sentidos. Algunos os estaréis preguntando, pero ¿Cómo?
Después de seguir estos pasos podrás realizar tu propia cata en casa.
Sigue leyendo para poder descubrirlo
Lo primero es preparar los quesos para la cata, los cortaremos en pequeños tacos o trozos triangulares. La temperatura ideal del queso para realizar una cata, suele ser entre 20º y 24º, para conseguirla, lo ideal será sacar el queso del frigorífico dos horas antes de la cata. Pero todo esto dependerá del tipo de queso con el que vayamos a disfrutar de nuestra cata. Si por ejemplo, uno de los quesos que vamos a utilizar es una torta, la sacaremos un día antes, para que adquiera todo su sabor y olor. Por otro lado los quesos de pasta blanda tienen una temperatura menor que la de los demás, trataremos de conseguir que estén a 18º.
Una vez preparados todos los quesos, os recomendamos que troceéis frutas, manzanas, uvas, higos frescos. Esto nos servirá para cortar el sabor entre un queso y otro, y así poder apreciar mejor su auténtica esencia. Podemos facilitar un vaso de agua a los comensales, para aclarar y limpiar la boca. ¿Ya está todo listo?
Comencemos la cata
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1º. LA VISTA
Mediante la vista podremos apreciar si el queso a pasado calor, si está a la temperatura adecuada, si es demasiado ácido, etc. Analizaremos el color de la corteza, en la que podremos observar si ha sido frotada con vino, romero, aceite… y la pasta, que nos dará una pista sobre el tipo de leche que se ha utilizado para elaborar el queso, si es de cabra, la pasta presentará un color más blanco, marfil de oveja y amarillento de vaca.
Otra característica que podremos observar es la consistencia de la pasta, por ejemplo, si está agrietada, significa que el queso está muy curado, o que ha pasado calor.
2º. EL OLFATO
Mediante el olfato podremos percibir todo tipo de sensaciones mientras que buscamos olores a hierbas, flores, granjas, afrutados, especias, torrefacto…
3º. El TACTO
Al coger el queso con una mano, podremos notar si es ligero, rugoso, elástico… a la vez que podremos evaluar su grado de humedad y su dureza. En este momento clave, probaremos el queso dejando un trozo en nuestra mano. Apreciaremos si el trozo que llevamos a la boca se pega al paladar, si es granulado o fundente, si la textura es pastosa, terrosa o cremosa.
Recuerda, no lo tragues enseguida, saboréalo, disfruta de su textura, su humedad, su dureza.
4º. EL GUSTO
El momento más esperado, ahora toca saborear.
En este punto la idea es tratar de distinguir los sabores que nos ofrece el queso, dulce, salado, amargo y ácido. Te aconsejamos que una vez que hayamos tragado, trates de profundizar mediante el retrogusto de los sabores residuales, como por ejemplo el sabor a flores silvestres que posen algunos quesos.
5º. EL OÍDO
Por último pero no por ello menos importante, el oído, aunque parezca mentira, también podemos ponerlo en funcionamiento cuando catamos algunos quesos. Podremos experimentar magníficas sensaciones mientras masticamos un queso con cristales o los quesos de larga maduración.
Estos son algunos consejos para elaborar tu propia cata y sorprender a los tuyos. No olvides buscar los quesos más sorprendentes y sabrosos.
No hay quesos mejores ni peores, solo existen los quesos que más nos gustas y los que menos, atrévete con los poco comunes, así será todo más interesante.
¿A qué esperas para sorprender a los amantes el queso?